Los instrumentos ideales para niños de 3 a 8 años

La ejecución de un instrumento musical logra estimular la parte derecha del cerebro, que es donde se sitúan las habilidades y sentimientos. La música despierta la creatividad y la imaginación, y permite disfrutar de experiencias nuevas que pueden resultar muy enriquecedoras durante la etapa de crecimiento.
Además, la música favorece el desarrollo psicomotriz y la concentración, lo que se traduce en un mayor rendimiento físico, reducción de los niveles de estrés y mejor capacidad de análisis. Y mejora la percepción auditiva, permitiendo identificar sonidos con mayor facilidad, y socializar y comunicarse con mayor seguridad.
Pero, ¿de qué forma pueden tener nuestros hijos un mayor contacto con el arte musical para disfrutar de todos sus beneficios? Obviamente, aprendiendo a tocar un instrumento musical. ¿Quieres saber cuáles son los instrumentos más adecuados para niños de entre 3 y 7 años?

¿Cuáles son los mejores instrumentos musicales para niños de 3 a 7 años?

Ciertamente, no resulta nada fácil escoger instrumentos musicales para niños de entre 3 y 7 años, ya que es complicado saber qué es lo que puede gustarles y con qué pueden sentirse más motivados para que no lo vean como una tediosa obligación, sino como un divertido entretenimiento.
No obstante, podemos delimitar un poco las opciones existentes, pues hay instrumentos que son más fáciles de manejar y que tienen un tamaño más adecuado para ellos. Con ellos, los más pequeños pueden crear bonitos ritmos y melodías en menos tiempo, lo que les generará menos frustración y hará que el aprendizaje les resulte más atractivo.

De 3 a 5 años

Durante el periodo infantil, los niños deben disfrutar con la música desde una perspectiva lúdica y divertida. A estas edades, su capacidad cognitiva es aún muy limitada pero pueden disfrutar de los beneficios de la música. El simple tarareo de melodías sencillas o las canciones infantiles son una fantástica opción para transmitirles sentimientos positivos como la seguridad, el amor y la tranquilidad. Esto hará que el niño relacione la música con la sensación de bienestar y que la asimile como algo positivo.
Durante estos años puede ser beneficioso que nuestro hijo pruebe a tocar todos los instrumentos que tengamos a mano, para que experimente y no se encasille en ninguno.
Instrumentos de pequeña percusión (maracas, tambores, xilófonos, etc.) Este tipo de instrumentos generan sonidos sencillos y llamativos que seguramente despierten la curiosidad del niño.
Sin duda, una experiencia muy recomendable para los niños, ya que les enseñará a identificar diferentes sonidos, a divertirse con ellos y a descubrir distintas texturas.
Xilófono: los niños pueden experimentar con distintos ritmos y combinaciones de notas musicales que les permite crear este instrumento. Ideal para que puedan dar sus primeros “baquetazos” como percusionistas.

• Tambor: ayuda a mejorar las habilidades motoras gruesas y finas, y la coordinación mano-ojo. Pero además, si toca en grupo, aprenderá a respetar y escuchar también a los demás.
• Maracas: a todos los niños pequeños les encantan los sonajeros, por lo que también les suelen gustar las maracas. Son instrumentos muy sencillos que crean un sonido muy agradable y divertido cuando se agitan.
• Pandereta: se trata de otro de los instrumentos clásicos para niños. Se caracteriza por ser un membranófono y un idiófono al mismo tiempo. Hay que golpearlo contra la mano o agitarlo haciendo sonar los cascabeles. Resulta muy sencillo de tocar y además los niños pueden bailar a la vez, por lo que pueden practicar dos actividades artísticas de forma simultánea.

Este primer contacto con el mundo de los instrumentos se debe complementar con el acercamiento progresivo a otros instrumentos más importantes, como, por ejemplo, la flauta dulce, o, incluso, el piano. A partir de los 4 años podemos ir acercando a nuestros hijos a dichos instrumentos, no de una manera muy exigente, pero sí pueden ir experimentando su sonido al tocarlos y “jugar” con ellos, poco a poco. Con nuestra ayuda, podrán tocar melodías fáciles como, por ejemplo, la del “Cumpleaños feliz”. Ellos estarán encantados de comprobar que pueden hacer canciones divertidas con sus propias manos. Además, los beneficios en su formación son enormes:

• Potencia el lenguaje: Los gestos y movimientos corporales, combinados con la música y el habla, mientras interpreta o canta canciones infantiles hace que el niño memorice con facilidad nuevas palabras, lo que favorece el desarrollo del lenguaje.
• Mejora la capacidad de aprendizaje: La interpretación de las melodías y las letras de las canciones que va memorizando aumentará su capacidad de concentración y mejorará la retención de información.
• Capacidad motriz: asimilar el apartado rítmico de la música tiene un beneficio directo con la capacidad física y motriz del niño: la postura corporal mejora, la manera de caminar es mucho más natural y la agilidad general se incrementa.

A partir de los 6 años

Para los niños a partir de 6 años existe una gran variedad de opciones. En esta etapa, el niño ya puede expresar con mayor seguridad sus gustos musicales y cuenta con más fuerza en los dedos para tocar instrumentos de cuerda. De hecho, son los más populares y recomendados para niños de esta edad, ya que permiten potenciar mejor las destrezas infantiles.

• Piano: favorece el desarrollo de la creatividad y la motricidad, pero también es fantástico para potenciar la memoria y fortalecer cualidades como la empatía, la paciencia y la sensibilidad con el entorno.
• Violín: es un instrumento ideal para niños perseverantes que no se dan por vencidos y que destacan por su carácter competitivo y por su gran determinación para lograr lo que quieren. Este instrumento ayudará a moldear su carácter y desarrollar cualidades como la paciencia y la constancia.
• Batería: es un instrumento perfecto para niños muy energéticos, ya que les ayuda a canalizar la energía y transformarla en música. Gracias a ello, se logra una mejora de la precisión y la coordinación. Pero también es una magnífica opción para superar los problemas de timidez y ganar autoestima.
• Guitarra: los niños disfrutan mucho intentando recrear sus canciones preferidas en la guitarra, sobre todo cuando forman parte de una banda con otros compañeros. Lo que resulta muy positivo para la concentración y para aprender a trabajar en equipo.
• Canto: los 7 años también son una edad perfecta para iniciarse en el aprendizaje del canto. En esta etapa, los niños ya tienen las cuerdas vocales más desarrolladas para realizar ejercicios más eficaces para pulir su afinación, desarrollar su oído musical y mejorar su técnica musical, así como lograr un mayor dominio escénico y mejorar la autoconfianza.
• Instrumentos de viento: aunque hay niños menos desarrollados físicamente a estas edades, con 6-7 años el alumno puede comenzar a tocar algún instrumento de viento como la flauta travesera, el oboe, etc.. Son ideales para niños con buena capacidad física. Los beneficios son enormes en el desarrollo del aparato respiratorio y la caja torácica.

Como puedes ver, son muchos los instrumentos entre los que puedes elegir, ¡pero no te preocupes, seguro que tomas la mejor decisión para tus hijos! Les vas a ayudar a adquirir nuevas habilidades y a reforzar cualidades que les resultarán muy útiles en la etapa adulta.